¿Quién Entrará En El Reino De Los Cielos?

Día 27 Con Jesús
¿Quién Entrará En El Reino De Los Cielos?
Descubre lo maravilloso que es saber que Dios no tiene favoritos

Lectura: Mateo 21:28 - 22:14
Pero, ¿qué les parece? Un padre que tenía dos hijos le dijo al mayor: "Hijo, ve a trabajar hoy a la finca". Y el hijo le respondió: "Lo siento; no tengo deseos de trabajar hoy en la finca". Pero luego, arrepentido, fue. Cuando el padre le pidió al menor que fuera, éste le respondió: "¡Con mucho gusto! ¡Ahora mismo voy!" Pero no fue. Díganme: ¿Cuál de los dos obedeció a su padre? Le respondieron los principales sacerdotes y los jefes judíos: El primero, por supuesto. "Pues los despreciados cobradores de impuestos y las prostitutas llegarán al reino de Dios antes que ustedes, puesto que Juan el Bautista les dijo que se arrepintieran y se volvieran a Dios, y ustedes no le hicieron caso. Los cobradores de impuestos y las prostitutas, en cambio, sí que creyeron el mensaje de Juan. Y aun viendo que esto sucedía así, ustedes se negaron a arrepentirse y a creer en él.

Entonces les contó la siguiente parábola: "Cierto hombre plantó una viña, construyó una torre de vigilancia, y la arrendó a varios labradores. Según el contrato, éstos habrían de compartir con el dueño el producto de la viña. El dueño se fue a otra región. Cuando se acercó el tiempo de la cosecha, envió a empleados suyos a recoger lo que le correspondía. Pero los labradores los atacaron; a uno lo golpearon, a otro lo mataron y a otro lo apedrearon. Entonces el dueño envió un grupo mayor de hombres a cobrar, pero éstos corrieron la misma suerte. Por último, envió a su hijo con la esperanza de que lo respetarían por ser quien era. Pero cuando los labradores vieron que se acercaba, se dijeron: "Este no es nada menos que el heredero. Matémoslo y así nos quedaremos con la herencia". Y, en efecto, lo sacaron de la viña y lo mataron. ¿Qué creen ustedes que hará el dueño cuando regrese?

Los dirigentes judíos respondieron: Pues matará sin misericordia a esos malvados y arrendará la viña a otros labradores que le paguen lo convenido. Entonces Jesús les preguntó: ¿Han leído alguna vez en las Escrituras aquello que dice: "La piedra que rechazaron los constructores ha sido puesta como piedra principal. ¡Qué interesante! El Señor lo hizo y es maravilloso"? Con esto quiero decirles que a ustedes Dios les va a quitar el reino de los cielos, y se lo dará a gentes que den los frutos que él espera. El que tropiece con la Roca de la verdad se hará pedazos; y al que la piedra le caiga encima quedará pulverizado.

Al darse cuenta los principales sacerdotes y los demás jefes judíos que Jesús se refería a ellos, que ellos eran los labradores de la parábola, sintieron deseos de apresarlo, pero no se atrevieron porque el pueblo tenía a Jesús por profeta.

Jesús les relató otras parábolas que describían el reino de los cielos: "El reino de los cielos puede ilustrarse con el cuento de un rey que preparó un gran banquete en celebración de la boda de su hijo. Envió muchísimas invitaciones, y cuando el banquete estuvo listo, mandó un mensajero a notificar a los convidados que ya podían ir. ¡Pero nadie fue! Envió a otros siervos a decirles que fueran pronto, que no se demoraran, que ya los asados estaban listos. Algunos de los invitados se rieron de los mensajeros y su fueron a sus labranzas o negocios; y los otros tomaron a los mensajeros y, tras golpearlos y afrentarlos, los mataron. El rey, enojado, ordenó al ejército que acabara con aquellos asesinos y quemara la ciudad. Entonces dijo: El banquete está listo, pero los que estaban invitados han mostrado que no eran dignos de la invitación. Por eso, vayan ahora por las esquinas e inviten a todo el mundo. Los siervos obedecieron y trajeron a cuantos hallaron, lo mismo malos que buenos. Las mesas se llenaron de invitados. Pero cuando el rey fue a ver a los convidados, vio que uno no traía puesto el vestido de boda que había comprado para los invitados. Amigo mío, le dijo, ¿cómo entraste sin el vestido de boda? Como no le respondió, el rey ordenó: Átenlo de pies y manos y échenlo en las tinieblas de afuera. ¡Allí será el llorar y el crujir de dientes! Porque muchos son los llamados, pero pocos los escogidos".

Reflexión
Dios no tiene favoritos. ¡Esa es una gran noticia! Las puertas del Reino estan abiertas ampliamente a cualquier raza, color, lengua o pasado doloroso. Dios quiere que el banquete celestial sea lleno, pero, desafortunadamente algunos rechazan la invitación. Piensa en las personas que han dicho "Sí" a la invitación de Dios:  drogadictos, asesinos, abusadores de niños, secuestradores, ladrones, pastores, contadores, maestros, estudiantes, etc.

¿Te pasó como a mí? Se me dificultó un poco ver a cierto tipo de personas en el cielo. Y es que me habían enseñado que al cielo sólo va la gente buena. Pero ahora que conozco más personalmente a Dios puedo decirme: "¿Y quién te has creído Julito para decir quién sí o quién no?" Lo que acabmos de leer nos muestra que Dios no pone límites. Jesús vino a dar su vida una sóla vez y eso lo hizo para salvar a TODOS. Él no dio su vida para salvar a aquellos que pensó eran dignos. Ninguno es digno, y es por eso que a la salvación se le llama "buenas nuevas".

Dios quiere que su casa esté llena. Él quiere que la fiesta se llene. Él quiere ver a la gente salva. Así que demos gracias a Dios que no es como nosotros. Y te animo a que comiences a ver a las personas tal y como las ve Jesús.

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