Parte 2: Brillarás Como La Aurora

La Aventura Más Grande De Tu Vida
--- Brillarás Como La Aurora ---

Todos hemos oído que somos la luz del mundo, y se nos ha dicho que vamos a llevar la luz a los perdidos (evangelizar), mas eso no es ser luz del mundo, a la mayoría de nosotros no nos han dicho cómo ser la luz del mundo. Veamos qué dice la Biblia:

     ¿Sabes qué ayuno quiero yo?, dice el Señor, Yavé:
     Romper las ataduras de iniquidad,
     Deshacer los haces opresores,
     Dejar libres a los oprimidos, y
     Quebrantar todo yugo;
     Partir tu pan con el hambriento,
     Albergar al pobre sin abrigo,
     Vestir al desnudo, y
     No volver tu rostro ante tu hermano.
Entonces brotará tu luz como la aurora, y pronto germinará tu curación e irá delante de ti tu justicia, y detrás la gloria de Yavé. Entonces llamarás, y Yavé te oirá; le invocarás, y Él dirá: Heme aquí… (Isaías 58:5-9a Nacar-Colunga)

El Eterno Dios dejó establecido cómo ser luz del mundo en Su Palabra. Y es que ser un Hijo de Dios no es algo monótono ni aburrido, al contrario, es un enorme reto cumplir con lo que el Señor nos pide, hay que tener disposición y un corazón humilde y conforme al corazón del Señor.

Para ser un cristiano se necesita ser valiente, alguien muy especial para el Señor, porque Él es quien te ha escogido. Te recuerdo algo, no todos son escogidos porque hay muchos que se acobardan y no aceptan el reto que ofrece nuestro DIOS.

A lo largo de la Biblia y de la historia, podemos ver cómo el llamado de Dios es constante a los jóvenes, porque sabe que son quienes tienen la fuerza y muchos deseos de ser diferentes a los demás; ahora que te ha escogido, Él quiere que seas luz para los demás jóvenes. Para ello se requiere coraje y mucho valor, quizás puedas decirme “es que nunca he sido valiente”, pues déjame decirte que el valor te lo da el Señor, tú solo tienes que estar dispuesto.


A. CÓMO SER LUZ
Creo que ya tomaste la idea; por lo que ahora veremos como ser esa luz que este mundo, que tus amigos, que tu familia necesita. Y es que lo que acabamos de leer en Isaías nos revela cómo hacer que nuestra luz brille.

1) Romper Las Ataduras De Iniquidad (Isaías 58:6)
Tenemos que ir en este mundo haciéndole guerra al enemigo, arrebatándole de sus garras a los que se encuentran atrapados en pecado en el nombre de nuestro Señor Jesucristo. Y para hacerle pleito al enemigo se requiere de disposición, coraje y valor, y no olvides algo muy importante: él es un enemigo derrotado. Tú solo debes que tener valor y disposición para ir por las calles y mucho coraje contra el chamuco y compartir la buena nueva de salvación, de amor y de perdón a las almas, y orar por ellas para que sean libres y salvas para la Gloria de nuestro Señor Jesucristo.

2) Deshacer Los Haces Opresores (Isaías 58:6)
Esto quiere decir, librar a las almas del yugo de Satanás. Ayudar a las almas ayunando, orando por ellas y presentándoles a Jesucristo e invitándoles a que le reciban. Recuerda que la VERDAD los hará libres. Jesucristo es el Camino, la verdad y la vida.

3) Dejar Libres A Los Oprimidos Y Quebrantar Todo Yugo (Isaías 58:6)
Hay un asunto muy importante para esto. La Biblia nos narra como algunos demonios poseen y oprimen a muchas personas en este mundo. Pero estos demonios salían y aún salen huyendo en el nombre de Jesús. El Señor nos encomienda esa misma labor dejar libres a aquellas personas que están oprimidas por demonios, por vicios, por la tristeza, por la soledad, etc. Se trata de pelear contra el enemigo y sus demonios, y no contra los hermanos o contra las almas.

4) Partir Tu Pan Con el Hambriento (Isaías 58:7)
En otras palabras, debemos aprender a compartir. Eso fue algo que caracterizaba a la Iglesia en el principio, todos los bienes lo tenían en común, todo era de todos. Desde el Antiguo Testamento podemos ver la preocupación del Señor por los necesitados (Exodo 23:11; Salmo 10:12). Y es que por gracia hemos recibido lo que tenemos, por tanto debemos dar al hambriento, y esto no es sólo espiritual. Cristo nos dejó el encargo de cuidar a los pobres (Mateo 19:21; Romanos 15:26).

5) Albergar Al Pobre Sin Abrigo (Isaías 58:7)
Todo lo que tenemos, bienes materiales y espirituales, le pertenecen al Señor; nada es nuestro, por tanto, tenemos que compartir con los que no tienen. Además, albergar no sólo significa darle lugar para reposar, significa también dar protección. Por tanto, el Señor nos dice, protege al que está desprotegido, cuidar a los débiles, etc (Hebreos 13:2).

6) Vestir Al Desnudo (Isaías 58:7)
Ayudar al que no tiene para cubrirse físicamente, pero también la desnudez se refiere a la vergüenza; por lo que podemos entender que el Señor nos pide que ayudemos a salir adelante a las personas.

7) No Volver Tu Rostro Ante Tu Hermano (Isaías 58:7)
En otras palabras, no dar la espalda a los hermanos que están sufriendo, o no ayudar a un hermano porque no coinciden en los puntos de vista.
Dios nos pide amar al prójimo. Jesús mismo en el sermón del Monte (Mateo 5:43-47) nos pide incluso amar a nuestros enemigos, bendecir a quienes nos maldicen, hacer bien a los que nos odian y orar por los que nos roban o nos persiguen para hacernos daño. También nos enseñó que aquel que dice amar a Dios, pero no ama a su prójimo: es un mentiroso. En verdad son pocos los que pueden ejercer este tipo de amor incondicional hacia los demás. Al final obtendremos la siguiente recompensa: Entonces el Rey dirá a los de su derecha: "Venid, benditos de mi Padre, heredad el Reino preparado para vosotros desde la fundación del mundo, porque tuve hambre y me disteis de comer; tuve sed y me disteis de beber; fui forastero y me recogisteis; estuve desnudo y me vestisteis; enfermo y me visitasteis; en la cárcel y fuisteis a verme". (Mateo 25:34-36)


B. NOS HA DADO AUTORIDAD
El Señor nos ha encomendado la tarea de ser LUZ, pero nos ha dado también la autoridad y el poder (Hechos 1:8). En una clase de administración de empresas aprendí que para delegar responsabilidades a un trabajador y éste pueda cumplirla correctamente, es necesario darles la autoridad necesaria.

Este principio fue instituido por Dios desde el principio. A Adán le dio el trabajo de cuidar el jardín, y para ello le dio señorío y autoridad sobre los animales (Génesis 1:27-30). A Moisés, para que pudiera libertar al pueblo de Egipto le dio poder (milagros) y autoridad para cumplir con dicha tarea (Exodo 4:1-12). A Sansón, para poder juzgar sobre Israel y acabar con los filisteos opresores le dio poder (Jueces 13:5; 24-25). Y así muchos ejemplos más.

A nosotros nos da también poder y autoridad para poder ser luz en este mundo:

1) Ira Delante De Ti Tu Justicia (Isaías 58:8)
Nuestra salvación se refleja con el nuevo nacimiento, es decir, que todas las cosas viejas han muerto, de ahora en adelante verán en nosotros un cambio, lo cual nos ayudará a dar testimonio de quién es Dios.
Un pastor cuenta que cuando él se convirtió, el Señor lo curó de una enfermedad que sufrió desde niño: asma. En cierta ocasión viajó en tren para visitar a un familiar, y en el camarote iba una joven. El hermano sentía una urgencia por compartirle las buenas nuevas de salvación; pero no podía porque le daba pena, de pronto la joven sufrió un ataque de asma y al pasarle el ataque, el pastor le dijo: “Yo también sufría de asma”. Y se sentó en su lugar, entonces la joven le preguntó si ya no tenía asma. A lo que el pastor le dijo no. Entonces la joven le preguntó como le hizo, y el pastor le pudo hablar de Cristo, y la joven le recibió y le dijo que iría a alguna congregación.

El Señor opera un cambio en tu vida para que tengas la autoridad que requieres para ser luz. Con tu testimonio puedes hacer muchas cosas.

No se requiere tener el llamado de evangelista para hablarle a alguien de Cristo, sólo se requiere pedir dirección al Espíritu Santo y hablar, el Señor se encarga del resto.

El pasaje nos indica que delante de ti irá tu salvación (lo que Dios ha hecho en tu vida), tu justicia (la manera en cómo vives tu nueva vida en Cristo). Los demás te verán y dirán “¿qué te pasó?”, porque te verán diferente, porque ya no te verán más a ti, sino a nuestro Señor Jesucristo en ti.

El amor de nuestro Señor irá delante de ti. ¿Recuerdas que pasó a Moisés después de haber estado tanto tiempo delante de la presencia de Dios? Regresó y su rostro resplandecía por haber estado tanto tiempo con el Señor (Exodo 34:29). Esa es la clave para que la luz del Señor vaya delante de ti: comunión íntima con Él.

2) Detrás La Gloria De Yavé (Isaías 58:8)
Me gusta recordar lo que llegó a suceder al apóstol Pedro, quien iba caminando, y su sombra sanando, ¿por qué? Porque la gloria del Señor iba detrás suyo (Hechos 5:15). A donde quiera que tú vayas, el poder del Espíritu Santo cubrirá tu retaguardia, irá detrás de ti haciendo milagros y prodigios.

¿Por qué atrás?, para que comprendamos que no somos nosotros los que hacemos la obra, sino el Señor. El Espíritu Santo no requiere de nosotros para hacer maravillas, porque del Señor es la obra. Pero nos ha pedido a nosotros que seamos portadores de esa gloria y poder suyo. ¡Maravilloso!, ¿verdad?

Lo más importante que debemos tener en cuenta, es que el Señor nos pide que nos preocupemos más por tener comunión con Él, más que un servicio. A Dios no le interesa lo que hagas, tanto como tu relación con Él. Lo que desea el Señor es que siempre te acuerdes de estar en comunión con Él.

A nosotros no debe preocuparnos el que seamos reconocidos por los demás, sólo nos debe interesar ser reconocidos por nuestro Padre. Es por esto que la gloria del Señor debe ir detrás nuestro, como un acto de que las manifestaciones de poder del Señor no nos pertenecen, es decir, no son causadas por nosotros, sino por Dios mismo.

3) Invocarás Al Señor Y Responderá (Isaías 58:9)
Qué hermosa promesa: Podrás decir “Señor”, y Él te escuchará; le pedirás y hablarás con Él, y estará atento a escuchar lo que tengas qué decir, y lo más importante, te responderá, es decir, te contestará, te dará todo lo que pidieres (Mateo 18:18).

4) Clamarás Y Él Dirá: Heme Aquí (Isaías 58:9)
Le podrás decir: “Te necesito”, y el Señor te dirá: “Aquí estoy”. No es hermoso saber que cuentas con la ayuda de Aquél que es capaz de resolver todo con solo ordenarlo; cuentas con la ayuda de Aquél que todo lo puede; cuentas con la ayuda de Aquél a quien todo lo que existe en esta tierra y el universo tienen que obedecer.

Ahora que sabes que el Señor te ha dado autoridad y poder para cumplir con la tarea que te ha encomendado, puedes estar más seguro de que vas a lograr el propósito de Dios para tu vida.


C. OBTENDREMOS RECOMPENSAS
Pero sabemos también que nuestro Dios, es un Padre que le gusta recompensar a sus hijos. Y también tiene preparado recompensas para quienes puedan lograr cumplir con los deberes para con los demás. Estas recompensas son las siguientes:

1) Nuestra Luz Será Como La Aurora (Isaías 58:8)
Creo que has visto el Alba o el amanecer; es realmente hermoso verdad. Pues así será tu luz, hermosa y grande. La luz de la aurora penetra la terrible oscuridad que existe antes del amanecer de un nuevo día, y va en aumento hasta que la oscuridad desaparece. He aquí porque el Señor nos ha dicho que seremos luz para este mundo. Porque nuestra luz brillará inmensamente, porque los del mundo, los que anden perdidos en tinieblas podrán ver en nosotros reflejados la Luz del Señor.

Somos como las estrellas, los científicos dicen que brillan porque reflejan la luz del astro mayor (el sol). Pues así somos nosotros, brillaremos solo cuando estemos dispuestos a reflejar la Luz Admirable de nuestro Señor Jesucristo.

2) Pronto Germinará Tu Curación (Isaías 58:8)
“…tu salvación se dejará ver pronto…” podemos leer en la versión Reina Valera. Nuestro deseo es poder reflejar a Cristo lo más pronto posible, y esto es lo que significa este punto, nuestra salvación se notará más rápido.

Si tú has nacido de nuevo, lo primero que debes reflejar es el amor hacia Dios y hacia los demás. Y es por ello que cuando puedas cumplir con los siete deberes para con los demás, tu salvación se verá reflejada más pronto, y así podrás ser Luz para otros.

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