No Por La Religión
La historia de Job tiene mucho que enseñarnos. De entrada
porque no se puede tener la certeza de quién la escribió y más aún cuando la
historia se centra en un hombre no judío (quienes por religión adoran al Dios
verdadero), sino que era un hombre que a pesar de vivir rodeado de idolatría,
adoraba al Unico Dios y Dios lo tenía en alta estima. Primera enseñanza, Dios
no se trata de 'una religión verdadera', sino de 'una relación verdadera'.
Luego, porque la religión forma la idea de que a los hombres
buenos Dios no les permite pasar por cosas malas y si les pasa es porque están
siendo castigados por Dios. Error, todos los hombres vivimos en un mundo lleno
de maldad y pecado, por tanto siempre nos tocará chocar de frente contra esa
maldad imperante; lo que Dios si promete es estar con nosotros pese a la
adversidad.
Además, la religión nos hace creer que mientras cumplamos
con los rituales, doctrinas establecidas o interpretadas de la Biblia por
hombres (como ir a reunión cada domingo, aprenderse ciertos libros o versículos
de memoria, hacer ayunos o sacrificios, hacer declaraciones y confesiones, lograr
cierto número de ventas o convertidos, etc) ya estamos del otro lado. O con
aprenderse toda la doctrina o la Biblia ya lo lograste. ¡Qué lejos de la
realidad!
Esto fue lo que aprendió Job, qué sabía mucho acerca del
Dios verdadero, pero de oídas. Así como muchos de nosotros que hemos oído o
leído mucho acerca de Dios. Que había hablado mucho de Dios, así como muchos de
nosotros lo hacemos con las demás personas. Pero la verdadera fe se asoma en
las pruebas. Lo que tanto se ha escuchado se comprueba en el momento de ponerlo
en acción cuando nos encontramos con todo adverso. Todo lo que tanto se habla
se demuestra en el momento en que tenemos que demostrarlo a través de nuestras
vidas.
No hay forma de conocer a Dios, más que viéndolo actuar a
nuestro favor en las pruebas, porque sin las pruebas solo has oído de Dios, sin
las pruebas has oído lo que otros dicen acerca de Dios; pero en las pruebas, si
permaneces firme, podrás ver a Dios actuar y entonces decir como Job: 'pero
ahora te he visto con mis propios ojos'.
¿Estás pasando por pruebas? Es para pasar de una fe de oídas
y de palabras, a una fe de verdad, para que aprendas en carne propia, viéndolo
con tus propios ojos que Dios puede todo y que nada lo detiene.
Comentarios