Alcanzando La Felicidad
Dicha y felicidad, a veces difíciles
de alcanzar. Pero se nos da unos sabios consejos para poder asegurarnos que la
encontraremos más fácilmente o al menos evitaremos ciertos contratiempos
provocados por circunstancias, más bien personas.
Primero,
no sigas los consejos de malos. Estas personas suelen aconsejarte justo lo que
quieres escuchar, o justo lo que ellos hacen. Por un lado, porque no quieren
ser los únicos perversos que hacen sus tonteras, así no se sienten tan
culpables. Otros porque simplemente les fue mal y desean que otros sufran lo mismo.
Y otros más porque aunque lo deseen no podrán aconsejar nada más que maldad,
porque de la abundancia del corazón habla la boca.
Segundo, no te juntes con
aquellos que sólo andan haciendo perversidades porque tarde o temprano te verás
haciendo las mismas cosas, y después lamentándote por las consecuencias.
Finalmente, no te sientes tú
también a criticar y burlarse de los demás. Sé alguien que haga algo productivo
en la vida, no seas de los que sólo se la pasan jugando o viendo televisor,
gritando y peleando con papá y mamá o sus hermanos, o con los profesores, o
abusando de los más débiles. Haz algo mejor de tu vida.
Verás que haciendo esto te será
más fácil alcanzar la felicidad.
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