Echemos Un Volado

Echemos Un Volado
¿Disparejo? ¿De Tin Marín De Do Pingüe?
Descubre uno de los métodos que puede acabar con los pleitos y desacuerdos

El echar suertes termina con los pleitos y arregla los descuerdos entre las partes en pugna. (Proverbios 18:18)

No sé si te ha pasado, pero ya hemos orado, ya lo hemos discutido. Finalmente mi amigo tiene un deseo, y yo tengo otro totalmente diferente. ¿Qué hacer si ya debemos de tomar una decisión porque no hay más tiempo? Y por más que hemos orado y ayunado cada uno tiene una impresión diferente de parte del Espíritu Santo. ¿Cómo hacerle para no imponer una idea sobre la otra y terminar enojados o frustrados, o inconformes? ¿Cómo hacer para decidir por un curso de acción y ambos quedemos con paz en el corazón?

Bueno, pues sólo se me ocurre que podemos a resolver esto como resolvían los descuerdos en la iglesia cristiana de los tiempos antiguos: Echemos una moneda al aire, es decir, "echémonos un volado".

Supongo que ya estás pensando: "¿¡Qué?! Julito ahora si te pasaste". Pero no, no estoy bromeando. En la iglesia del primer siglo era común aventar una moneda para determinar el curso de dirección o de acción a tomar, incluso lo usaron para elegir al discípulo que tomaría el lugar de Judas. ¿Por qué? No era una cuestión de falta de unción y dirección del Espíritu Santo, era una cuestión de desacuerdo porque algunos querían a uno y otros querían a otros y tenían que tomar una decisión ya.

En el Antiguo Testamento encontramos muchos ejemplos de echar suertes para determinar una decisión. También podemos encontrar muchos métodos el día de hoy. Esto no tiene nada que ver con el azar, ya que Dios aborrece el que inviertas los bienes que te ha dado para administrar en juegos de azar. Pero el echar suertes para tomar una decisión es hacer a un lado nuestras opiniones dejando en manos del Señor la decisión: Se puede echar suertes, pero el Señor es quien decide el resultado (Proverbios 16:33).

Echar el volado, un disparejo, un de tin marín es equivalente a echar suertes. Cuando no se puede llegar a un acuerdo por las diferencias de opiniones y no se puede avanzar por falta de un curso de acción a seguir, entonces echar suertes es un buen método, porque es hacer a un lado nuestra propia opinión y dejar la decisión final al Señor. Echar suertes quita el elemento de control de ambas partes.

No creo y mucho menos estoy diciendo que TODAS las decisiones deben ser tomadas así. De hecho, lo que sí creo firmemente es que TODAS las decisiones deberían ser tomadas en común acuerdo, ya que para eso tenemos al Espíritu Santo que nos da discernimiento y puede poner en nosotros un mismo sentir. Así que cuando no haya un acuerdo, lo primero que recomiendo es que sigan orando para tomar una decisión. Pero si ya es necesario tomar una decisión porque no hay más tiempo, y simplemente no hay un acuerdo, entonces hay que quitar la tentación de ser señor sobre la otra persona imponiendo su idea. "Echen suertes" y fin de la disputa.

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