De Quién Te Sostendrás?

De Quién Te Sostendrás?
En los momentos de angustia y durante las situaciones difíciles de la vida ¿de quién te sostienes?
Descubre quién era el sostén del rey David, y el por qué pudo soportar los momentos más difíciles de su vida.

Salmo de Alabanza de David: Te exaltaré mi Dios, oh Rey, Y bendeciré Tu nombre eternamente y para siempre. Todos los días Te bendeciré, Y alabaré Tu nombre eternamente y para siempre. Grande es el SEÑOR, y digno de ser alabado en gran manera, Y Su grandeza es inescrutable. Una generación alabará Tus obras a otra generación, Y anunciará Tus hechos poderosos. En el glorioso esplendor de Tu majestad, Y en Tus obras maravillosas meditaré. (Salmo 145:1-5)

¿Crees que tu vida es difícil? Todos y cada uno de nosotros tendremos que enfrentar momentos y situaciones dolorosas y a veces muy prolongados. Todas ellas son capaces de robarnos la paz, el gozo y la esperanza si perdemos de vista lo importante.

El autor del Salmo 145, el rey David, experimentó a lo largo de su vida momentos terribles: el desprecio de su padre, el desprecio de sus hermanos, ser el blanco de la burla de sus enemigos, persecución del ejército y de un rey que lo quería ver muerto, el desprecio de su primer esposa, la muerte de un hijo recién nacido, la rebeldía y traición de uno de sus hijos, ver a sus hijos asesinándose entre ellos, la pérdida de su mejor amigo, etc. Yo creo que algunos de nosotros no hubiera soportado más de tres de sus pruebas. Y es que él sufrió mucho en su vida, y muchas de esas pruebas duraron años. Pero aún en esos momentos de intenso sufrir, David encontró esperanza y paz en DIOS.
¿Cómo le hizo? ¿Cómo es que no entró en desesperación como muchos de nosotros? Davía sabía meditar en las promesas de Dios. Su mente y espíritu se enfocaban en Dios: en su carácter, en sus caminos, en su voluntad; para poder conocerle mejor y obedecerle.

Su vida es un gran ejemplo para nosotros. Cada vez que enfrentemos dificultades, no podemos separar nuestros ojos de nuestro Padre Celestial, y es cuando más debemos meditar en Su Palabra. Los Salmos registran la pasión con la que sus autores clamaba y meditaban en el Señor. Y podemos ver una y otra vez que al meditar en los atributos de Dios encontraban paz y tranquilidad a pesar de la tormenta.

¿Por qué estás pasando en estos días? ¿Te has dado tiempo para sentarte en quietud y meditar en el Señor? Hagamos como el salmista, meditemos en Sus promesas, en Su Grandeza. Sostente de Su mano durante la tormenta. Y comenzarás a experimentar Su Paz.

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