A mi manera

Me parece que la canción que mejor describiría la actitud de nosotros los hombres a la mayoría de las situaciones de la vida sería: A MI MANERA. Porque justa esta es la mayor mentira que nos creemos los hombres y contra la cual debemos batallar.

Cada vez que amigos o familiares, principalmente nuestra esposa, nos ven batallando contra algo y nos preguntan ¿Todo bien?, aparece esta mentira en diversas formas, entre las más comunes: "Lo puedo hacer a mi manera", "No necesito consejo o pedir ayuda", "Yo puedo y saldré solo", "Lo tengo bajo control".

Grandes empresarios han ido a la quiebra por no escuchar consejos. Talentosos deportistas o artistas, también han ido al fracaso (e incluso la muerte) a causa de no pedir ayuda. Esta mentira ha destruido empresas, familias, carreras artísticas y deportivas, salud, etc. En la Biblia hay tres ejemplos muy notorios que podemos ver:

SANSON (Jueces 13).
La Biblia describe que este hombre era el más fuerte físicamente de su tiempo. Un Lou Ferrigno (el primer Hulk), Arnold Schwarzenegger (cuando hizo Terminator 1), o cualquier Mr. Universo. La fuerza de Sansón era incomparable, practicamente era indestructible. ¡Sí!, justo como tú y yo nos sentimos la mayoría de las veces. Ningún hombre ni ejército podía destruirlo. "El podía solo", no necesitaba ayuda de nadie.
¿Qué le pasó?
Sansón murió como un debilucho, exhibido como payaso de rodeo, para entretener al ejército enemigo. Al cual fue entregado, derrotado por una mujer que lo traicionó. ¿Cómo llegó a este punto? Por que no escuchó consejo de nadie (especialmente el de sus padres). Quiso hacerlo todo a su manera.

SALOMON
Pensemos ahora en Salomón, un hombre que no era del tipo de Sansón; sin embargo, era muy rico y sabio. Era más del tipo Bill Gates o Steve Jobs. Dios le dio sabiduría, y a su vez riquezas y fama. Así que la gente de su tiempo se maravillaba por las riquezas que había acumulado, pero también por su intelecto. ¿Algo más? Claro, tenía muchas mujeres. ¡Sí!, tuvo muchas esposas y cientos de concubinas. No había nada que quisiera que no pudiera tener o comprar.
¿Qué le pasó?
Aunque murió siendo rico, su inteligencia no le fue de ayuda para evitar su caída. Llegó a un punto de su vida, que nada le satisfacía. No encontraba placer ni en la bebida, ni en las mujeres, ni en las artes, ni en su riqueza. ¿Cómo llegó a este punto? ¡Así es!, no escuchó el consejo de nadie. ¿Cómo por qué lo haría? Era el hombre más sabio. Pero a causa de esto, no descubrió a tiempo que la vida es mucho más que cuanto dinero puedas acumular, cuantas mujeres puedas conquistar, o cuán inteligente puedas ser.

DAVIDDavid, fue un gran rey. Y era muy especial, ya que la Biblia lo reconoce como un hombre conforme al corazón de Dios. David era un hombre muy espiritual, y una excelente persona, además de un excelente guerrero y artista. Ya ni qué decir de su salud.
¿Qué le pasó?
David es recordado por su terrible error: cometió adulterio y asesinato. En un momento, en un instante, en un tiempo en que prefirió quedarse solo, al ser tentado en vez de pedir consejo a Dios (como acostumbraba a hacerlo), o a algún amigo, prefirió ir a la guerra contra su carne y su debilidad, sólo. ¡Sí!, decidió luchar a su manera, y perdió.
 
En Proverbios 5, se da una descripción del triste final que cada hombre enfrenta cada vez que decide luchar contra su debilidad, o decide hacer algo solo y a su manera, por no pedir ayuda o consejo: acabarás quejándote de angustia porque todo tu cuerpo se irá consumiendo. 12 Y dirás: «¡Cómo pude despreciar la corrección! ¡Cómo pudo mi corazón rechazar los consejos! 13 No obedecí las enseñanzas de mis maestros, ni presté atención a mis instructores. 14 Estoy al borde de una ruina total y en vergüenza ante toda mi comunidad». (Proverbios 5:11-14)

De estos tres hombres podemos (o debemos) aprender que no importa lo fuerte que seas (o te consideres), lo rico o inteligente, e incluso lo muy espiritual que puedas ser, jamás tendrás éxito para superar tu debilidad por ti solo o sin ayuda. No caigas en esta terrible mentira. Todos los hombres tenemos luchas, todos tenemos más de un área débil: ya sea en el terreno financiero, en lo familiar, en lo sexual. Todos los hombres necesitamos pedir consejo y todos definitivamente necesitamos ayuda. Un hombre se hace más fuerte, inteligente y mejor, cada vez que decide ayudar y ser ayudado por otro. 

Esto es lo que se nos dice Proverbios 27:17
El hierro se afila con hierro, y el hombre con otro hombre.  

 

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