¿Cuál Es La Diferencia?

¿Cuál Es La Diferencia?
Si existen tantas religiones en el mundo, ¿cuál es la verdadera? ¿Qué diferencia hay entre el ser un discípulo de Cristo y las demás religiones?
Descubre por qué el ser un discípulo de Cristo es diferente a las religiones del mundo

Pero Dios demuestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros. (Romanos 5:8)

Bueno, pues imagina que un hombre se está hundiendo en arenas movedizas, ¿cómo podrá salir de allí?

Buda vendría y diría: “Medita, disciplínate a ti mismo, busca la sabiduría, purifícate, y saldrás de allí”. El hombre definitivamente lo intentará, pero casi seguro que no podrá salir de allí.

Mahomá vendrá y le dirá: “Adora a Alá, sólo a Él. Practica los Cinco Pilares y saldrás de allí”. Así que el hombre también hará todo lo que le dijeron, pero definitivamente no podrá salir.

Cuando Cristo viene y ve el problema del hombre y que está aún más hundido en la arena movediza. Entonces el hombre podrá ver una mano extendida hacia él, con una herida de clavo que atraviesa toda la mano, y que le ayudará a salir de allí.

¿Cuál es la diferencia? Las religiones del mundo tienen un “hazlo” mentalmente. “Haz esto” y “haz el otro” y entonces saldrás del hoyo.

Pero en el Mesías Jesús, el trabajo ya está “hecho”. Cuando Él murió en la cruz y clamó “Consumado es”, la salvación de la humanidad fue completada. Jesús pagó por ella. La hizo posible para todos y cada uno de los que le quieran reconocer como Salvador, hoy y siempre.

Ser un discípulo de Cristo no se trata de una religión, porque no se basa en lo que tú puedas hacer para agradar a Dios. Ser un discípulo de Cristo es una relación que se basa en lo que Dios hizo para que tú puedas acercarte a Él.

Ser discípulo de Cristo no es una religión, porque las religiones son el intento del hombre por acercarse a Dios. Ser discípulo de Cristo es una relación, porque Cristo es el intento de Dios por acercar al hombre a Él mismo.

Ser un discípulo de Cristo no es como las religiones del mundo. Pero tú tienes la decisión: Decirle Sí a Jesús, o decirle no gracias. ¿Qué decides?

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