¿Tendrás Fe Para Seguir A Jesús?

Día 5 Con Jesús
¿Tendrás fe para seguir a Jesús?
Descubre por qué y para qué te está llamando Jesús


Lectura: Mateo 4:12-25
Cuando Jesús oyó que habían encarcelado a Juan, regresó a Galilea. Pero no mucho después dejó Nazaret y se trasladó a Capernaum, junto al lago, en la región de Zabulón y Neftalí. Así se cumplió la profecía de Isaías: "Tierra de Zabulón y Neftalí, que estás en el camino al mar, al otro lado del Jordán, Galilea, donde tantos extranjeros habitan: El pueblo que estaba en tinieblas vio una gran luz y al pueblo que anda en regiones de sombra de muerte le resplandeció la luz". Y desde aquel mismo instante Jesús comenzó a predicar: "Arrepiéntanse de sus pecados porque el reino de los cielos se ha acercado".

Un día, caminando Jesús a orillas del lago de Galilea, vio a dos pescadores que tiraban la red al agua. Eran Simón, mejor conocido por Pedro, y Andrés, su hermano. Jesús les dijo: "Síganme y los convertiré en pescadores de hombres". Inmediatamente dejaron la red y lo siguieron. Un poco más adelante vio a otros dos hermanos, Jacobo y Juan, que estaban sentados en una barca, con Zebedeo su padre, y remendaban las redes. Cuando Jesús los llamó, dejaron a su padre a cargo de lo que estaban haciendo y siguieron a Jesús.

Jesús recorrió toda Galilea enseñando en las sinagogas, proclamando las buenas noticias del reino y sanando las enfermedades y dolencias de la gente. Su fama llegó hasta Siria, y le traían todo tipo de enfermos: No había enfermo, endemoniado, loco o paralítico que le trajeran y a quien no sanara. Y dondequiera que iba lo seguían multitudes enormes de Galilea, Decápolis, Jerusalén, toda Judea y de los territorios al este del río Jordán.

Reflexión
Imagina lo siguiente: Estás trabajando en una tienda de autoservicio: Dominos, McDonalds, Burger, etc. Me paro en el mostrador y me dices: "¿Puedo tomar su orden?" Y yo te digo: "Deja tu uniforme y sígueme". Es muy probable que pienses que estoy loco y quizás llames a seguridad para que me echen. Pues esto es más o menos lo que pasó en la lectura de hoy; Simón, Andrés, Santiago y Juan estaban trabajando cuando Jesús les invitó y ellos sí dejaron todo para seguirlo. ¿Por qué?

Porque Jesús los llamó a hacer algo más grande que lo que hacían: pescar. Y usó términos con los que pudieran identificarse: Pescadores de hombres, pescadores de almas. Estaban siendo llamados a cambiar vidas. ¿Te imaginas? ¿Mucho mejor verdad?

Algunos han dicho que Jesús los llamó a ser pescadores, porque éste es un oficio que requiere de paciencia y de fe. ¿Tendrás la paciencia para permitir que Dios use tu vida para compartir Su mensaje de salvación a los demás? ¿Tendrás la fe para que creer que Dios te usará tu vida? Es tiempo de arrojar las redes y seguirle. Hay muchos peces que necesitan lo que tienes a quien tú conoces.

Antes de terminar tu tiempo devocional: medita en lo que el Señor te ha enseñado. Si tienes un cuaderno a la mano, anota en él lo que aprendiste el día de hoy y luego compártelo con alguien más. Esto te ayudará a recordar más fácilmente lo aprendido.

Finalmente termina tu oración orando.

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