Ateos famosos - Isaac Asimov


Son incontables las ocasiones en que alguna persona se acercan a mí y me cuestiona acerca de mi fe. A mí me gusta poder hablar y cuestionar incluso mi propia fe, eso mismo es lo que Dios me pide, es por ello que Dios me dio libre albedrío, para poder cuestionar y decidir "libremente".

Es probable que te hayas topado con algunas de estas personas, que se jactan tanto de su conocimiento, que terminan no argumentando, que sería maravilloso para poder seguir aprendiendo, sino ofendiendo. A mí me ha pasado, y en cuanto comienzan a querer ofenderme terminan citando cosas como: El cristianismo es la negación total del sentido común y la razón (Mijaíl Alexándrovich Bakunin), o En el mundo existen dos clases de hombres: hombres inteligentes sin religión y hombres religiosos sin inteligencia.(Abu al-ʿAlāʾ Al-Ma`Arri, Filósofo, poeta y escritor ciego árabe).

Me permitiré ahora usar esas mismas frases que ateos suelen utilizar, porque: La enfermedad del ignorante es ignorar su propia ignorancia (Amos Bronson Alcott, filósofo y profesor estadounidense), y aunque los ateos generalmente argumentan que nosotros, los creyentes en Dios, somos los ignorantes, no desean estudiarse a sí mismos.

1. No hay evidencia científica
Uno de los escritores cuyas obras más disfruto leyendo es Isaac Asimov. Profesor de Bioquímica y ateo. He leído: Yo Robot, El Hombre bicentenario, Anochecer, y obviamente Sus Guías de la Biblia (por si no lo sabías escribió Guía de la Biblia NT y AT y no precisamente para los creyentes) y es que también decía que “propiamente leída, la Biblia es la fuerza más potente para el ateísmo jamás concebida”.

Este brillante científico y escritor, concluyó lo siguiente:
Soy ateo, y punto. Me tomó mucho tiempo decirlo. He sido ateo por años y años, pero de alguna manera sentía que era intelectualmente poco respetable decir que uno era ateo, porque asumía un conocimiento que no tenía. De alguna manera era mejor decir que uno era humanista o agnóstico. Finalmente decidí que soy una criatura de emoción además de razón. Emocionalmente soy ateo. No tengo evidencia para probar que Dios no existe, pero sospecho tanto que no existe que no quiero perder el tiempo.Isaac Asimov ("Free Inquiry", primavera de 1982, vol. 2, nº 2, p. 9)

No sé si leíste bien, pero Asimov, como buen científico, concluye que no hay evidencia científica para probar que Dios no existe. Él tan sólo ha decidido emocionalmente, y no racionalmente, "no creer" que exista, porque científicamente no puede decir lo mismo, y no quiere invertir tiempo en buscar evidencia de lo contrario, lo considera una pérdida de tiempo.

Ningún científico, que se jacte de serlo, puede decir que es ateo por las evidencias científicas. No hay evidencia para poder decir que Dios no existe. Es una decisión tomada no por la razón, sino por la emoción, como lo asegura Asimov. Así que cualquier ateo, humildemente, debe reconocer que lo es, no por evidencias científicas, no por la razón, sino por la emoción, por el simple gusto y deseo de “no querer creer”.

Por otro lado, el hecho de que él crea que es una pérdida de tiempo, no significa que no sea importante o no haya evidencia de la existencia de Dios, es tan sólo su opinión personal. Y es que, por ejemplo, muchos consideraban pérdida de tiempo intentar crear un sistema de comunicación más rápida, no así Bell. Muchos consideraban pérdida de tiempo intentar mantener luz en un recipiente, mas no así Davy, Swan y Edison.

Así que, aunque para Asimov, un hombre y científico notable, el conocer a o de Dios, sea una pérdida de tiempo no significa que en realidad lo sea. Pablo, el apóstol, comprendía que para muchos, el conocimiento de Dios, sería una pérdida de tiempo; y por eso dijo que para Él, el conocimiento de Cristo era más valioso (Filipenses 3:8).

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