Misión Cumplida
Al momento en que a mi madre le avisaron que tendría un
hijo, comenzó a pensar en todas las cosas que sería o que haría cuando fuese
grande. Y es que hay algo que no puedes olvidar, cada uno de nosotros viene a
este mundo con un propósito. Por tanto, toda mi niñez escuché una y otra vez, y
de una u otra forma: ¡tú eres muy especial hijo!
Pero al llegar a la adolescencia, ya no me sentí tan
especial. Al contrario, llegué a sentirme insignificante, como un bicho raro,
sin habilidades para hacer tan siquiera algo bien. Todo me salía mal, nada de
lo que hacía le gustaba a mis papás, mis obras de artes a unos cuántos les
gustaba (amigos muy íntimos y alguno que otro familiar). Hasta que alguien me
dijo: ‘Dios tiene planes hermosos para ti, planes para lo bueno y no para lo
malo, para darles un grandioso futuro y esperanza’ (Jeremías 29:11). Aunque al momento dije: ‘¿Yo? ¿Cómo? Así como soy
será una ¡misión imposible!’
¿Cómo podría pasar de misión imposible a misión cumplida?
¡Fácil! Imitando a aquél que cumplió con el plan de Dios para su vida y cuyas
palabras finales al término de esta misión fueron ¡Consumado es!: Jesús.
1. Capta El Plan
Muchas de las frustraciones en nuestra vida resultan de
acciones no planeadas. Por actuar sin ton ni son. Pero Jesús no actuaba así, de
hecho en Marcos 11 podemos leer que ‘Jesús llegó a Jerusalén y
entró en el templo. Después de mirar todo detenidamente a su alrededor, salió
porque ya era tarde. Después regresó a Betania con los doce discípulos.’
¿Por qué no actuó o dijo algo en ese instante? ¿Por qué perder el tiempo nada más
viendo? El templo en ese momento parecía un casino, gente negociando tal y como
en la siguiente ocasión en la que corrió a los vendedores, ¿por qué no hacerlo
en ese momento? Porque Jesús pedía sabiduría
al Padre. Eso es precisamente lo que a muchos de nosotros nos falta, por eso
nos metemos en problemas constantemente.
Pero no debes olvidar que para eso nos dejó
a Su Espíritu Santo, para enseñarnos y guiarnos (Juan 14:26). Debes recordar también que si le pides sabiduría, Él
te la dará (Santiago 1:5).
2.
Actúa Con Fe Ante Las Pruebas
No todo en el ministerio de Jesús fue
fácil. Enfrentó oposición, burlas, incredulidad. Pero ante ello siempre actuó
con fe en lo que el Padre haría. Tenía gente hambrienta siguiéndole, miles, y
confió en que el Padre le ayudaría a alimentarlos. Personas endemoniadas se le
acercaban, y hablaba con autoridad para que esos espíritus inmundos saliesen de
las personas. Personas llegaban buscando sanidad, y el Padre los sanaba.
Religiosos llegaban con trampas para hacerle tropezar, pero confiaba que el
Espíritu Santo le instruyese a responder correctamente. Enfrentó inclemencias
del tiempo, pero dormía plácidamente porque sabía que el Padre estaba con Él y
no permitiría que la barca se hundiese, pero por si fuera poco, sabía que podía
ordenarle al mar que entrara en quietud y así sería.
3.
El Plan Es Mayor Que Las Circunstancias
Probablemente en este momento hayan cosas
que las circunstancias no sean favorables, o incluso te han hecho creer que
será imposible completar con la misión que Dios te ha dado: ser buen padre o
madre, buen hijo, mejor persona, terminar una profesión, ser justo, testificar
de él, compartir Su Palabra, etc., pero no olvides que todo ayuda a bien a los que aman a Dios.
No olvides que estás en una misión de parte
de Dios, por tanto apégate al plan, pide sabiduría, y será Su Poder el que
cambiará las circunstancias para que funcionen a nuestro favor. Así que no te
enfoques en lo problemas: enfermedad, escasez, etc. Porque el poder de Dios que
te ayudará a cumplir con Su plan es mayor que todo.
Asi que ánimo, continúa, porque el plan de
Dios para tu vida, porque más misión imposible que parezca llegará a ser una
¡misión cumplida!
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