Fama, Salud Y Dinero
¿Tres de las cosas qué más desean las personas?
¿Hay una fórmula para obtenerlo?¿Será verdad que de jóvenes muchos sacrifican la salud para obtener dinero y fama; y de viejos sacrifican el dinero y la fama con tal de obtener salud?
Hijo mío, nunca olvides las cosas que te he enseñado; guarda mis mandatos en tu corazón. Si así lo haces, vivirás muchos años, y tu vida te dará satisfacción. ¡Nunca permitas que la lealtad ni la bondad te abandonen! Átalas alrededor de tu cuello como un recordatorio. Escríbelas en lo profundo de tu corazón. Entonces tendrás tanto el favor de Dios como el de la gente, y lograrás una buena reputación.
Confía en el Señor con todo tu corazón, no dependas de tu propio entendimiento. Busca su voluntad en todo lo que hagas, y él te mostrará cuál camino tomar.
No te dejes impresionar por tu propia sabiduría. En cambio, teme al Señor y aléjate del mal. Entonces dará salud a tu cuerpo y fortaleza a tus huesos.
Honra al Señor con tus riquezas y con lo mejor de todo lo que produces. Entonces él llenará tus graneros, y tus tinajas se desbordarán de buen vino.
Hijo mío, no rechaces la disciplina del Señor ni te enojes cuando te corrige. Pues el Señor corrige a los que ama, tal como un padre corrige al hijo que es su deleite. (Proverbios 3:1-12)
Todos hemos soñado con ser famosos: un gran deportista, artista, profesionista, etc. Esta fama nos llevará a tener dinero; y, obviamente, deseamos también contar con buena salud para disfrutar de la fama y el dinero.
Llegamos a admirar a aquellos que logran esto en sus vidas. Pero a veces no nos damos cuenta que la mayoría de la gente famosa y rica, no son felices. Algunos de ellos ni siquiera gozan de buena salud.
Hay un dicho: De jóvenes sacrificamos la salud para obtener dinero, y de viejos sacrificamos el dinero para obtener salud.
La Biblia nos da la receta para conseguir los tres:
Fama: amando a las personas; además de hablar y actuar con la verdad (no ser hipócritas).
Salud: teme a Dios y huye del mal, porque al hacerlo te librarás de todo aquello que puede dañar tu salud física, emocional y espiritual.
Dinero: da de lo que Dios te da y Él se encargará de que nunca te falte.
Una cosa más, Dios, en su infinito amor no permitirá que te desvíes, cuando sea necesario te corregirá.
Comentarios