Escucha a tu adolescente

Algo terrible acontecía en la vida de esta familia, ¡todo se acabó! Papá, ya no está más con ellos. Decidió quedarse con su otra familia, y a ellos dejarlos solos. 

Agar y su hijo adolescente Ismael, vagan por el desierto sin saber qué les depara el destino, a dónde ir, cómo sobrevivirán. Ismael además de su pérdida, afronta lo que todo adolescente, hambre. Y su pobre madre no tiene forma de conseguirla. Ambos comienzan a llorar. La escena se vuelve tan terrible. Agar se aleja de su hijo, no puede con tanto sufrimiento. Pero...

Dios escuchó al niño llorar, y desde el cielo el mensajero de Dios llamó a Agar y le dijo: — ¿Qué te pasa, Agar? No temas, pues Dios ha escuchado los sollozos del niño que está ahí. (Génesis 21:17)

Lo primero que Dios hizo, respecto a esta familia que había perdido casa, sustento, provisión, protección, al padre, fue escuchar, para luego ayudar.

¿Cómo ayudamos a nuestros adolescentes cuándo sufren una pérdida? Escucharles, no ignorarlos o menospreciar su sufrimiento. 

Los adultos solemos menospreciar sus pérdidas, consideramos que muchas de las cosas por las cuáles sufren son insignificantes y vanales, pero no debes olvidar que están en desarrollo, que son sus primeras experiencias de dolor y sufrimiento, tan reales y profundas como las que ahora enfrentamos como adultos, por ello debemos ayudarles a afrontar y superar su pérdidas, que pueden ir desde perder un objeto muy querido, un episodio de su serie favorita, hasta más difíciles como la muerte de una mascota, la pérdida de una capacidad física, el rompimiento con el novio/a, la traición de amigos, el divorcio o rompimiento de la familia, etc.

Ten en cuenta que, en el proceso de escucharles, hay que:

1) Ayudarlos a construir su propia identidad. El adolescente tiende a pensar lo peor de sí ante las pérdidas, considera que es a causa de su ineptitud, etc. Tener una identidad propia positiva es importante para poder relacionarnos con los demás. Debemos ayudarles a que sean más conscientes de quiénes son como individuo. Para esto, celebre sus cualidades y logros. Pdemos hablarles sobre cómo las experiencias tanto positivas como negativas dan forma a la persona que somos hoy. Si tu hijo se ha estado encerrando en una imagen negativa de sí mismo, ayúdalo a reconocer los aspectos positivos de sí mismo y háblale de cómo tanto negativos como positivos conforman la persona que es.

2) Ayudarlos a comprender su pérdida. Para que un adolescente pueda desarrollar completamente su propia identidad, necesita comprender su pérdida. Debemos ayudarles a comprender su pérdida, la causa de su pérdida, el impacto que podría tener en él, pues esto le ayudará a comprender y trabajar mejor en la aceptación de su pérdida. Tener la capacidad de explicar su pérdida y el impacto que puede tener es una habilidad importante que necesitará para otros momentos y situaciones de su vida. Recuerde que algunas pérdidas, le harán sentir "diferente" a los demás, trate de explorar y discutir esos posibles sentimientos y emociones con su adolescente, así como ciertos problemas que podría enfrentar a causa de su pérdida.

3) Ayudarlos a enfrentar malentendidos y malas intenciones. Las conexiones sociales positivas pueden tener un impacto en la autoestima y la capacidad de mantener relaciones, sin embargo, sabemos que malos entendidos y malas intenciones serán inevitables. Y éstas, suelen afectar al adolescente en su capacidad de socializar y hacer amigos. Hablemos con nuestros hijos sobre cómo otros pueden pensar o sentirse acerca de su pérdida: no faltará quienes los critiquen, quienes se burlen, quienes no lo comprendan. Esto ayuda al adolescente a desarrollar sus habilidades para manejar mejor y tener éxito en sus relaciones con los demás en el futuro. 

4) Ayudarlos/motivarlos a socializar. Hacer actividades divertidas con amigos puede ayudar a su adolescente a superar sus pérdidas así como a desarrollar habilidades sociales y ampliar sus conocimientos. Ayude y permita a su hijo tener tiempo y oportunidades para socializar con chicos de su edad: deportes, ver películas, pasar el rato con otros chicos, artes, actividades de la Iglesia. Nuestros adolescentes se conectan fácilmente con aquellos que también han tenido pérdidas y la interacción con ellos puede ayudarles a superar las suyas.

5) Mantenga la comunicación abierta. Los adolescentes son expertos en aparentar que no quieren o necesitan el apoyo de sus padres. Es importante intentar constantemente conectarse y comunicarse con su adolescente. Hable sobre las cosas que a ellos les interesan. Hágales preguntas como, ¿cuéntame más acerca de eso que pasó? Lo que le permite a ellos tener control en la dirección del tema. Y, a pesar de que "te den el avión" o te ignoren, que no hablen, que respondan con un "hum", mantén abierto los canales de comunicación, pues esto les ayudará a sentirse apoyados, aceptados y cuidados.

Tenemos un Dios que escucha cuando sus hijos están en problemas, que escucha el llanto de sus hijos, y lo mueve hacia ellos. ¡Sigamos su ejemplo con nuestros hijos!

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