Intimidad en el matrimonio

La Biblia nos enseña, en el libro de Génesis, que la pareja que Dios estableció en el Jardín de Edén, estaban desnudos, y no se avergonzaban. Lo que ha sido interpretados por muchos, como una figura de la intimidad tan profunda que debe disfrutarse dentro del matrimonio. Estoy de acuerdo con esto.

Puesto que intimidad es el aspecto interior y profundo de la persona. Al hablar de intimidad en el matrimonio podemos entender que consiste en "compartir la privacidad", compartir lo interior, lo más profundo de nuestro ser con nuestro cónyuge. 

Hemos elegido a una persona, imperfecta como nosotros, para poder compartirle todo cuanto somos, tanto lo bueno como lo malo, en el entendido de que intentará comprendernos, puesto que ella tampoco es perfecta; y que nosotros, recíprocamente comprenderemos y aceptaremos lo que nos comparta. A fin de seguir creciendo juntos, en la meta común. ¿Lo recuerdan? El pacto que hicieron de estar juntos en las buenas y en las malas; de estar juntos hasta ser viejitos y la muerte los separe.

Así que, no olviden tener intimidad como matrimonio en:

1. El área emocional: sus sentimientos. El hombre suele esconder sus sentimientos, por no querer poner una carga más sobre su esposa. Pero esto, en vez de ser benéfico, es perjudicial. Puesto que el hombre tarde o temprano terminará aplastado por los sentimientos, y la mujer frustrada y pensando que quizás su cónyuge no la ama, puesto que no le abre su corazón. Compartan sus temores, sus alegrías, sus frustraciones, sus anhelos, etc.

2. El área social: disfruten de amistades en común. Por lo general, cada uno conserva sus amigos de solteros, y es raro que éstos lleguen a ser amigo en común de ambos. Esto no es malo; pero, sí es bueno y necesario comenzar a fomentar otros amigos también casados, amistades en común con quienes puedan compartir experiencias maritales en común. Consideren tener amigos de la misma edad, pero también mayores de quienes recibirán mucha ayuda y consejos en momentos difíciles.

3. El área intelectual: crezcan juntos en conocimientos. Compartan ideas. También, es difícil porque ambos tienen intereses diferentes. Sin embargo, busquen la manera de involucrar a su cónyuge en su área de interés. Obvio que no la podrás sumergir por completo como tú lo estás, pero tampoco la dejes al margen. Es como ir al mar y quizás tu pareja no quiera nadar tan adentro como tú. Pero bien puedes ir a la orilla para tomarla de la mano y acompañarla a meterse hasta donde ella desee y disfrutar de ese momento. Luego si gustas continúa mar adentro tú.

4. Intimidad recreativa: disfrutar de los mismos pasatiempos o deportes. Descubran actividades que disfruten en común: jugar Jenga, Manualidades, Lectura, películas, etc.

5. Intimidad espiritual: cultiven intimidad con Dios como pareja, lean juntos la Biblia y compártanse lo que aprendieron, oren juntos y oren uno por el otro. Platiquen acerca de sus dudas acerca de Dios, de la vida, de la Biblia.

6. Intimidad estética: compártanse el uno al otro sus preferencias. Quizás ella quiera pintarse el cabello, es bueno preguntarle a él que le parecería. Quizás él quiera dejarse la barba o la barriga, sería bueno preguntar a ella si le gustaría. Dígale lo bien que luce con cierto atuendo. Recuerden que jamás debe cesar el deseo y el esfuerzo para mantener a su cónyuge enamorado de cómo lucen.

7. Intimidad sexual: disfrutar juntos de la experiencia sexual. Es increíble que aquellos que no tienen permiso (fuera del matrimonio) se atrevan a disfrutar mejor de aquello que los casados tienen autorizado disfrutar a plenitud. Es mentira que lo prohibido sea mejor. Lo permitido siempre serña mejor, puesto que se puede disfrutar a plenitud. Y en cuanto a la sexualidad, definitivamente. Compártanse mutuamente sus deseos, ayúdense mutuamente, dirija a su cónyuge, tal como lo hacían los esposos de Cantar de los Cantares.



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