Ten cuidado con los pasatiempos

Puede ser que tu profesión te apasione, y no tiene nada de malo; pero si te atrapa te conviertes en adicto al trabajo, descuidarás a tu familia y hasta tu salud. Quizás eres muy bueno en algún deporte, pero si te atrapa o domina tu pasión, terminarás alejando a seres queridos de ti al ignorarlos. Quizás disfrutes las redes sociales, pero si te dominan terminarás perdiendo amigos reales, comunicación real y necesaria con tus padres y hasta descuidando tus estudios. Y así podría seguir con más ejemplos. Pero lo más peligroso, es que si te dejas dominar por tus gustos o intereses hasta estos extremos, las cosas espirituales comenzarán a parecerte tontas, absurdas y sin sentido. Notarás que la iglesia, el compañerismo con otros creyentes (grupos pequeños), la oración, la lectura de la Biblia ya no tendrán importancia en tu vida y hasta las llegarás a considerar una pérdida de tiempo. La consecuencia de esto, tu relación con Dios se verá interrumpida. ¡No lo permitas!
Aprende a disfrutar de todo cuanto hagas, pero No te dejes dominar por nada. Pon a Dios siempre en primer lugar en tu vida.
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