La sabiduría te protegerá
¿Por que me gusta tener esta página?
¿Por qué me gusta aconsejar?
Porque cuando yo fui adolescente, al inicio de esta etapa no conté con mucho apoyo, y tuve que enfrentar muchas cosas sin saber qué, cómo, por qué, cuándo, dónde... y con tristeza y dolor recurrí a mis amigos (chicos y chicas que también estaban aprendiendo acerca de la vida) y sus consejos, aunque bien intencionados, los resultados fueron fatales... y nunca faltó gente adulta "mal intencionada" y "morbosa", cuyos consejos eran sólo para aprovecharse.
Afortunadamente, ya para la segunda mitad de mi adolescencia, comencé a contar con fuentes maravillosas de sabiduría: adultos bien intencionados que me compartían sus experiencia y consejos; mis padres que comenzaron otra etapa de su vida (decidieron acercarse más a nosotros sus hijos); y DIOS por sobre todos ellos. Y es que Él mismo dice: "Hijo mío, presta atención a los que digo y atesora mis mandatos. Afina tus oídos a la sabiduría y concéntrate en el entendimiento. Clama por inteligencia y pide entendimiento. Búscalos como si fueran plata, como si fueran tesoros escondidos. (Pr 2:1-4)
¿Por qué?
Porque la sabiduría te ayuda a comprender lo que es correcto, justo e imparcial y ayuda a encontrar el buen camino que debes seguir... porque te salva de la gente mala... porque las decisiones sabias te protegen y el entendimiento te mantiene a salvo. (Pr 2:9-11)
Así que, recurre a la sabiduría y entendimiento. ¿Cómo? (1) Siempre investiga antes de tomar una decisión, todas las perspectivas, no sólo te quedes con una. (2) Siempre escucha lo que tus padres y otras adultos opinen. (3) Checa que dice DIOS al respecto... es que, aunque no quieran o puedan aceptar algunos, los principios que Dios estableció son aplicables a la realidad y sus frutos son maravillosos. (4) Siempre pide consejos para complementar tus acciones y decisiones... y siempre antepón el consejo de Dios (porque a veces suele ir en contra de la opinión popular)
¿Por qué me gusta aconsejar?
Porque cuando yo fui adolescente, al inicio de esta etapa no conté con mucho apoyo, y tuve que enfrentar muchas cosas sin saber qué, cómo, por qué, cuándo, dónde... y con tristeza y dolor recurrí a mis amigos (chicos y chicas que también estaban aprendiendo acerca de la vida) y sus consejos, aunque bien intencionados, los resultados fueron fatales... y nunca faltó gente adulta "mal intencionada" y "morbosa", cuyos consejos eran sólo para aprovecharse.
Afortunadamente, ya para la segunda mitad de mi adolescencia, comencé a contar con fuentes maravillosas de sabiduría: adultos bien intencionados que me compartían sus experiencia y consejos; mis padres que comenzaron otra etapa de su vida (decidieron acercarse más a nosotros sus hijos); y DIOS por sobre todos ellos. Y es que Él mismo dice: "Hijo mío, presta atención a los que digo y atesora mis mandatos. Afina tus oídos a la sabiduría y concéntrate en el entendimiento. Clama por inteligencia y pide entendimiento. Búscalos como si fueran plata, como si fueran tesoros escondidos. (Pr 2:1-4)
¿Por qué?
Porque la sabiduría te ayuda a comprender lo que es correcto, justo e imparcial y ayuda a encontrar el buen camino que debes seguir... porque te salva de la gente mala... porque las decisiones sabias te protegen y el entendimiento te mantiene a salvo. (Pr 2:9-11)
Así que, recurre a la sabiduría y entendimiento. ¿Cómo? (1) Siempre investiga antes de tomar una decisión, todas las perspectivas, no sólo te quedes con una. (2) Siempre escucha lo que tus padres y otras adultos opinen. (3) Checa que dice DIOS al respecto... es que, aunque no quieran o puedan aceptar algunos, los principios que Dios estableció son aplicables a la realidad y sus frutos son maravillosos. (4) Siempre pide consejos para complementar tus acciones y decisiones... y siempre antepón el consejo de Dios (porque a veces suele ir en contra de la opinión popular)
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