Niño Imitando

En esta mañana me atreveré a juntar dos versículos para
mostrar un punto interesante.
Entonces dijo: —Les digo la verdad, a menos que se aparten
de sus pecados y se vuelvan como niños, nunca entrarán en el reino del
cielo. (Mateo 18:3)
Por lo tanto, imiten a Dios en todo lo que
hagan porque ustedes son sus hijos queridos. Vivan una
vida llena de amor, siguiendo el ejemplo de Cristo. Él nos amó y se ofreció a
sí mismo como sacrificio por nosotros, como aroma agradable a Dios. (Efesios 5:1-2)
Por un lado, Jesús dijo que fuésemos como niños, y en el
otro Pablo nos insta a imitar a Dios.
Si tienes la oportunidad de estar con un bebé o un niño
pequeño, podrás notar que comienza a imitar tus gestos, los sonidos que haces,
los movimientos, etc. Y es que para ellos es divertidísimo verte hacer algo y
tratar de reproducirlo ellos mismos. Pero, también están aprendiendo, ya que
aprendemos por imitación.
Ya no necesito explicar mucho cuál es mi punto, ¿no es así?
Jesús nos pide que seamos como niños, y por supuesto que se refiere a la
inocencia, la pureza, la santidad de un niño. Pero sin duda alguna no debemos
hacer a un lado que debemos aprender a ser como Dios por imitación, tal como
los niños aprenden y se divierten imitando.
Muchas personas sí son como niños, pero en vez de imitar a
Dios y seguir el ejemplo de Jesús, imitan y siguen el ejemplo de personajes que
ven en la tele, o lo que ven en redes sociales, revistas, películas, etc.
Alejándose cada vez más de la imagen que deberían tener, la de Dios. Pero tú y
yo, debemos ser como niños que imitan a Dios y a Jesús.
Analiza entonces tu vida, que acciones son imitaciones del
mundo para dejar de imitarlas, y entonces ver cuál es la acción de Jesús para
comenzar a imitarla. Para ello tienes su Palabra, para saber cómo es, cómo
actúa, cómo habla y puedas imitarle. ¡Sé un niño imitador de Jesús!
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