Sus Planes Permanecen
Auguste Comte, considerado el padre del
positivismo, decía más o menos esto: Que la humanidad ha pasado por tres etapas
de pensamiento: (1) El estado teológico, a la cual consideró la
infancia de la humanidad. Porque los fenómenos eran explicados con agentes
sobrenaturales. (2) El estado metafísico, la cual consideró la adolescencia de
la humanidad. Ya que se sustituyen agentes sobrenaturales con conceptos
metafísicos abstractos. Y (3) finalmente el estado positivo, a la que consideró
la edad adulta. Ya que explica todo fenómeno natural por referencia a leyes naturales
(uso de la ciencia).
Pero bueno, eso fue antes de este siglo, porque en
este siglo con el posmodernismo, las personas ya no aceptan explicaciones
lógicas o científicas, porque no hay verdades absolutas. Lo que la mayoría de
las personas hoy desean aceptar como verdad, es aquello que le provoque placer
momentáneo (porque no se piensa en las consecuencias), lo haga ver bien (porque
lo fashion no debe perderse nunca), y obvio que le traiga beneficio personal
(porque debemos velar por yo, luego yo y finalmente yo). Entonces, ¿nos
regresamos de la edad adulta a la adolescencia o incluso a la niñez?
Pero vamos al punto de la reflexión: aunque
el ser humano quiera olvidarse de Dios, Dios no se olvida de sus planes con el
ser humano. Sus propósitos para ti y para mí no se frustran aún con tanta
maldad, injusticia, ignorancia, rebeldía, irreverencia, falta de valores,
intolerancia, inmoralidad, etc., que haya en tu vida o en el mundo. Su deseo de
que cada ser humano pueda vivir una vida plena y abundante se mantiene firme y
no se frustra. Estoy seguro que tú anhelas ese tipo de vida, pues acércate a
Dios, porque para eso envió a su Hijo Jesucristo, para asegurar que su plan y
propósito continúe y tú y yo podamos experimentar esa vida que sólo Dios, por
medio de su Hijo Jesús te puede dar. Pero la decisión es tuya, de nadie más.
Si el ser humano sufre, es porque quiere. Porque
los planes de Dios se mantienen firmes para siempre; y sus propósitos jamás
serán frustrados. Por mi parte, sólo me resta invitarte a caminar tomado de la
mano de aquél que al final de todo, por muy mala o imposible que se vea la situación,
cumplirá su plan y propósitos.
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