El Señor Te Guiará

De hecho, antes de que recibiese esta
promesa, David confiesa que falló al Señor, pecó contra él, y tal como hacemos
tú y yo, lo tratamos de ocultar, no lo confesamos. Y también sentía que se
consumía por dentro, la culpa, la vergüenza lo acababa. Sentía la mano de Dios
queriendo corregirle y hacerlo volver, pero el orgullo no lo dejaba y sentía
que sus fuerzas se acababan.
Fue hasta que entendió que lo mejor era,
confesar su pecado a Dios, comprendió que el Señor no busca castigar, sino perdonar,
todas nuestras faltas, que pudo recuperar su gozo, su alegría, al saberse
perdonado por Dios. Y es por ello que invita a todos a que oren a Dios todos
aquellos que se están ahogando en su pecado, en la culpa o la vergüenza. Porque
sin duda el enemigo busca acabar con las personas cuando están en esa
situación, acabar con matrimonios, familias, ministerios, etc. Pero al venir al
Señor, Él se convierte en tu escudo, tu protector.
Después de que David confesó su pecado y recibir el perdón que Dios le da, fue cuando
recibió la promesa de parte del Señor de ser guiado, aconsejado y cuidado por
el Señor. Pero hay una advertencia, que no sea como el mulo o el caballo, que
necesitan freno y brida para controlarlos. En pocas palabras, que ahora que
hemos pedido perdón al Señor, seamos fieles en escuchar su voz, consejo y
seguir sus pasos; porque a los que hacen lo malo les espera dolor y pesar, pero
aquellos que confían y obedecen al Señor, su amor inagotable los rodeará.
Comentarios