Dios Mi Fortaleza
Ha habido momentos en mi vida en los que me he sentido como
niño abandonado en algún camino desconocido, sin saber a dónde dirigirme porque
desconozco cuál es el camino correcto. Pero sabiendo que debo moverme porque el
peligro me acecha (en cualquier momento pueden asomarse los caminantes 'walking
dead', o el coco).
De estos momentos he aprendido que al poner mi corazón y mi
esperanza en Dios, algo sucede en mi interior que me hace estar en paz y
confiadamente puedo atreverme a dar pasos porque sé que EL me estará cubriendo
ante toda amenaza y estará abriendo el camino para que sea perfecto.
Puedo caminar con la certeza de que aun cuando el peligro
está enfrente no podrá dañarme porque EL es mi fortaleza (como un ciudad
amurallada que no podrán penetrar mis enemigos) pero a la vez va limpiando el
camino que debo seguir (me irá cerrando puertas que no debo tomar y abriendo
aquellas por las que sí debo entrar).
Comentarios