La Adversidad En Nuestros Hijos

¡Difícil de creer!,
pero una vida sin límites y sin adversidades terminará siendo algo malo para
nuestros hijos. ¿Por qué? Bueno porque los problemas requieren que otras
personas nos ayuden y consuelen, y esto a la vez nos capacita para ayudar y
consolar a otros (2 Co 1:3-4). Esto
también es difícil de entender, pero el sufrimiento físico nos facilita el decir
no al pecado (1 Ped 4:1). Las
dificultades requieren que apliquemos nuestra fe, lo que nos lleva a tener
esperanza y esto al final nos restaura y fortalece (1 Ped 5:9-10). Las pruebas exigen que usemos talentos y habilidades
que están por allí escondidos, por tanto producen perseverancia y mejoran
nuestro carácter (Ro 5:3). Y eso no
es todo, pero es más que suficiente para demostrarte porque la adversidad es
algo bueno.
Aquellos seres humanos
que han sobrevivido a los momentos difíciles son más fuertes y resistentes,
incluso suelen ser más compasivos que aquellos que nunca han enfrentado
dificultad o dolor. Recuerda esto la próxima vez que la familia la familia esté
ante una adversidad.
Para Reflexionar
¿Has intentado, por
amor, evitar a toda costa que tu hijo enfrente obstáculos y dificultades?
¿Peleas sus batallas?
¿Los estás ayudando o perjudicando?
Dios, es muy difícil observar a mi hijo sufrir, y es tan tentador pelear
por el sus batallas. Por favor dame sabiduría y prudencia para poder ayudarles
a usar la adversidad para modelar sus fortalezas y carácter.
En su bondad, Dios los
llamó a ustedes a que participen de su gloria eterna por medio de Cristo Jesús.
Entonces, después de que hayan sufrido un poco de tiempo, él los restaurará,
los sostendrá, los fortalecerá y los afirmará sobre un fundamento sólido. (1 Pedro 5:10)
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