¿Qué Pasó Con El Amor?

Así que, ¿a dónde mandamos al amor? ¿En qué momento la lujuria pasó a ocupar el lugar del
amor? ¿Por qué aseguro que es lujuria? Porque la lujuria se puede medir por la
intensidad del deseo o el anhelo. Mientras que el amor se mide por el
sacrificio.
Jesús mismo lo definió de esta forma: no hay amor más grande que el dar la vida... (Jn 15:13).
El apóstol Juan una vez dijo: que nuestro amor no quede solo en palabras; mostrémoslo de verdad por
medio de nuestras acciones (1 Jn 3:18).
¡Qué enorme diferencia! Si este fuese nuestro estándar de
amor, podríamos ver en los noviazgos a un fulanito llegando con su novia a
decirle: ¡Mi vida! ¿Me amas? Y la
chica respondiéndole obviamente: ¡Sí!,
mil chorro mil. Y entonces el
chico le diría: ¿Me darías la prueba de
tu amor? Y la chica le diría: ¡Claro
mi amor! ¿Qué quieres? Y entonces el chico le diría: Que nos guardemos en pureza sexual hasta el día que nos casemos. Porque
sabes que me gustaría esa entrega en este momento, pero no es correcto ni
conveniente. Pero como nos amamos nos sacrificaremos
hoy para asegurarnos la felicidad mañana.
Pero como hoy el amor se basa en la lujuria, la prueba de
amor significa que uno de los dos tenga que satisfacer los deseos egoístas del
otro. Ese no es sacrificio, eso es manipulación y hasta traición a la pareja
(máximo cuando la cambian después de).
Qué enorme diferencia habría en los matrimonios si nuestro
estándar de amor fuese el que Jesús nos dio. Podrías ver a esposos y esposas
luchando porque su matrimonio funcione, en vez de buscar el pretexto perfecto
para huir, sin importar los hijos. Luchando por ser mejores, entendiendo que
ambos son imperfectos, pero moldeables.
Nuestra cultura entiende por amor el auto amor y placer.
Pero curiosamente, queremos de la otra persona sacrificio (que se entregue, que cambie, que mejore, que se
esfuerce, etc.); pero nosotros no estamos dispuestos a hacer lo mismo (yo
sacrificar mi deseo, yo cambiar primero, mejorar, esforzarme por entender,
etc.).
Queremos que las personas nos amen a pesar de lo malo.
Queremos saber que nos aman y nos amaran siempre, a pesar de todo. Aún cuando
haya pasado el deseo o anhelo de ellos. ¿No es así?
Quiero ese tipo de amor, debo ser el primero en darlo. El
amor no está enfocado en el auto placer. El amor está enfocado en ayudar a
crecer y mejoría como persona de la pareja o la otra persona. Como lo expresa
Juan: Si alguien tiene suficiente dinero para vivir bien y ve
a un hermano en necesidad pero no le muestra compasión, ¿cómo puede estar el
amor de Dios en esa persona? (1 Jn 3:17)
El amor es cuidar y proteger al otro. No
obtener de esta persona lo que se pueda para auto satisfacerme. ¿Qué pasó con
el amor? ¡Lo mandamos al caño! ¡Recuperémoslooooo!
Hoy en día, el concepto de amor, generalizando, es el
siguiente: desear y anhelar intensamente algo. En otras palabras entre más quieres algo (o alguien) es porque
lo amas. Es por ello que muchas personas, parejas, esposos, novios se
preguntan ¿qué nos pasó?, ¿qué pasó con el amor? La respuesta es: nunca se amaron, tan sólo se desearon. Porque
a lo que hoy llamamos amor: no es amor.
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