Tips Para Cuando Compartas En Público
1. El Que No Tiene
Idea
Tienes que preparar tu tema, teniendo en cuenta que habrá
alguien que no sabe de qué estás hablando. Por tanto tienes que pensar en la
forma de hacerlo entendible para él. Si lo que estás preparando un tema acerca
de Dios, ten en cuenta que hay personas que no conocen la Biblia o las
historias que usarás. Tampoco está acostumbrado al lenguaje o términos que se
usan comúnmente dentro de las iglesias (difícilmente entenderá lo que quiere
decir ‘ser lavado en la sangre del Cordero’).
Así que no te olvides de hablar también para ellos e
invitarles a decidirse a volver a Dios. De invitarlos a disfrutar de esta
aventura tan emocionante y que sin duda alguna cambiará su vida.
2. El Apático
Debes tener en cuenta también que habrá personas que sí conocen
el tema, pero que no está muy interesado, ni en escucharte ni en poner en
práctica lo escuchado. Recuerda por tanto no condenar con tus palabras, sino
continuar animándole a practicar lo aprendido. A fortalecer su relación
personal con Dios.
3. El Comprometido
Y también recuerda que habrá personas que les interesa lo
que tienes que decir. Puede que conozcan, puede que no conozcan acerca de lo
que hablarás; pero están deseosos de aprender, de poner en práctica lo que
dirás, de poder cambiar ciertas cosas en su vida. Si estás en tu iglesia, están
comprometidos con Dios y quieren parecerse más a Cristo.
Sé que te toparás
con otros personajes para los cuáles debes estar preparado para que no te tomen
por sorpresa. Tales como: El Sabelotodo
quién te interrumpirá en más de una ocasión para hacer una valiosa aportación o
incluso para contradecirte con sus conocimientos; El Sarcástico que buscará burlarse de lo que estás diciendo y
desacreditarte con los demás; El
Distraído quien no sólo lo verás con los audífonos puestos, sino que
constantemente tratando de distraer a los que tiene alrededor; o que tal El Comediante quien lanzará chistes,
comentarios, expresiones o acciones que provoque la risa de los demás.
Tú procura siempre prepararte para dar lo mejor, y recuerda que lo que estás
compartiendo es valioso para alguien (y máximo si es la Palabra de Dios porque
esta es una semilla que no regresa vacía).
Comentarios