Acerca del suicidio 1


Datos acerca del suicidio e indicadores o signos de alerta


¡Alarmante! La Organización Mundial de la Salud estima que cada 40 segundos una ersona se quita la vida, son casi 3,000 personas que ponen fin a su vida diariamente. Más alarmante aún es que el número de defunciones aumenta considerablemente. Es algo que puede pasar a cualquiera, por lo que debemos estar muy alertas.


Según el INEGI en México, en 2016, se detectaron más de 6,285 suicidios (5.2 muertes por cada 100,000 habitantes). En 2015 se registraron 2,599 suicidios entre personas de 15 a 29 años, por lo que es ahora la segunda causa de muerte entre adolescentes de 15 a 19 años.
Sabemos que nuestros adolescentes son los más vulnerables, puesto que están en la etapa de formación de su identidad.
Algunos especialistas aseguran que el abuso temprano de sustancias, la violencia y la tecnología, han propiciado el incremento de tendencias autodestructivas.

Dirijamos nuestra atención a las redes sociales, a través de las cuales los jóvenes están en contacto con información:

Cadenas de búsqueda: un análisis de las redes reveló que las búsquedas en Google relacionadas con quitarse la vida sumaron entre 900,000 a 1,500,000 entre las cuales estaba "prevención del suicidio", "canciones sobre suicidio"; pero es de llamar la atención que el 53% de las búsquedas tenían que ver con "cómo cometer suicidio". Hay también grupos que hablan de suicidio. Así como "Peligrosos juegos" que contienen retos suicidas se han popularizado en Internet.

Por tanto, como familia, debemos controlar el contenido de lo que nuestros hijos comparten o ven en sus redes sociales.
Pero, lo más importante de todo, es que todos los suicidios se pueden prevenir si se identifican de la manera correcta. De aquí la importancia de estar atentos, ya que siempre hay indicios de que una persona, bajo un cuadro de depresión, necesita ayuda de su entorno cercano o profesionales de la salud.

Algunos indicadores: si nuestros hijos, familiares o amigos, empiezan a hablar de muerte y desesperanza, angustia, tristeza, si hay cambios muy marcados en su conduta (bajan calificaciones, comienzan a regalar pertenencias incluso muy valiosas para ellos, se aislan, se vuelven intolerantes, pasa mucho tiempo encerrado, su apetito, etc.) y cambios en su personalidad (nerviosismo, falta de cuidado personal, etc.); o si dejan de realizar actividades que en otro momento le entusiasmaba, se irritan fácilmente con los más cercanos como familiares y amigos. Si duermen durante el día y están despiertos por las noches. Todos estos son signos  de alerta.


Si se presentan en tus hijos: ¡No los dejes solos!  
La soledad es uno de los principales factores para que un joven decida atentar contra su vida.
No podemos minimizar los problemas que manifiestan nuestros hijos, quizás para nosotros adultos sean cosa de nada, pero para ellos es el fin del mundo.


Por otra parte, debemos enseñar a nuestros hijos que juegan un papel muy importante para prevenir tragedias entre sus compañeros, que tienen que ser protectores y vigilantes de sus amigos, porque como ya leímos, no hay suicidio que no haya estado precedido de señales. Por lo que debemos ayudarles a aprender señales de advertencia y cómo cuidarse mútuamente, no tratando de ser psicólogos sino amigos. Por otro lado: hay que decirle a nuestros hijos que no se es ningún traidor si le dices a los adultos o a los papás de tu amigo, si ha hablado de suicidio, al contrario, es proteger a alguien que está sufriendo y así evita ser cómplice de la situación (cada amigo o familiar de alguien que se ha suicidado enfrenta culpa y el sentimiento de haber podido hacer algo al respecto). Tienen que saber que hay compañeros que se sienten aisaldos o superados por las circunstancias: Hay que decírselo a los padres.
Los familiares y amigos debemos acompañarlos con cariño y paciencia, conteniendo, no exigiendo a la persona que salga de ese estado.

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