¿Serás Sabio O Serás Muy Tonto?

Día 9 Con Jesús
¿Serás alguien sabio o alguien muy tonto?
Descubre el ejemplo que Jesús dio para saber cómo es un hombre sabio

Lectura: Mateo 7:1-29
No juzguen a los demás, para que Dios no los juzgue a ustedes, porque de la manera como juzguen a otros, así Dios los juzgará a ustedes; Dios los va a tratar de la misma forma en que ustedes traten a los demás. ¿Cómo te atreves a mirar la paja que está en el ojo de tu hermano, si tienes una viga en el tuyo? ¿Cómo le pedirás a tu amigo que te deje sacarle la paja que tiene en su ojo, si la viga que tienes en el tuyo no te deja ver? ¡Hipócrita! Sácate primero la viga que tienes en tu ojo, para que puedas ver bien cuando estés sacando la paja del ojo de tu hermano.

No le den lo que es santo a los perros, ni echen perlas delante de los puercos; porque son capaces de pisotearlas y luego dar media vuelta y atacarlos a ustedes.

Pidan y se les concederá lo que pidan. busquen y hallarán. Toquen y se les abrirá la puerta. Porque todo el que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá. ¿Si su hijo le pide pan, quién de ustedes será capaz de darle una piedra? Y si le pide pescado, seguro que no le dará una serpiente venenosa, ¿verdad? Pues si ustedes que son malos saben dar buenas cosas a sus hijos, ¡cuánto más su Padre que está en los cielos dará buenas cosas a los que se las pidan!

Haz a otros todo lo que quieras que te hagan a ti. En esto se resumen las enseñanzas de la ley y de los profetas.

Entren por la puerta estrecha, porque ancha es la puerta y espacioso el camino que conducen a la perdición; por eso muchísimas personas los prefieren. En cambio, estrecha es la puerta y angosto el camino que conducen a la vida, y muy pocas personas los hallan.

Cuídense de los falsos maestros que se les acdercan disfrazados de ovejas, pero en realidad son lobos capaces de destrozarlos. De la misma manera que uno puede identificar un árbol por los frutos que lleva, así podrán identificar a esos falsos profetas por la forma en que se comportan. ¿Quién confunde una vid con un espino o una higuera con abrojos? El buen árbol produce buenos frutos; y el malo, malos frutos. Es imposible que un buen árbol produzca frutos desagradables. Por otro lado, es imposible que un mal árbol produzca buenos frutos. Por eso los árboles que dan malos frutos se cortan y se queman. Igualmente, una persona se conoce por las acciones que realiza.

No todos los que se dirijan a mí llamándome "Señor, Señor", entrarán en el reino de los cielos. Allí sólo entrarán los que obedezcan a mi Padre que está en el cielo. El día del juicio muchoas me dirán: "Señor, nosotros predicamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios y realizamos muchísimos milagros". Pero yo les responderé: "A ustedes nunca los conocí. Apártense de mí, porque sus obras son malignas".

Todo el que presta atención a mis enseñanzas y las pone en práctica es tan sabio como el hombre que edificó su casa sobre una roca bien firme. Cuando llegaron las lluvias, las inundaciones y los huracanes, la casa no se derrumbó porque estaba edificada sobre roca. Pero el que oye mis enseñanzas y no las pone en práctica, es como el tonto que edificó su casa sobre la arena. Cuando llegaron las lluvias, las inundacione sy los fuertes vientos, la casa se derrumbó y su ruina fue irreparable.

Cuando Jesús terminó de impartir estas enseñanzas, la multitud que lo había escuchado quedó admirada, porque enseñaba como alguien que tiene gran autoridad y no como los escribas.

Reflexión
La gente quedó sorprendida por las enseñanzas de Jesús. Sin duda alguna, allí estaba Dios en carne, el Creador del Universo, el diseñador de toda la humanidad, enseñando a las personas acerca de cómo vivir correctamente. ¡Increíble!

A lo largo de este mes, quiero que te des cuenta de cuantas veces leeremos cómo las personas eran sorprendidas por las palabras de Jesús, sus acciones, y de cómo vivía. Y te darás cuenta de lo sorprendente que era porque:
  • Más que carisma, el tenía carácter.
  • Más que personalidad, el tenía poder divino.
  • Más que palabras para las multitudes, tenía dulzura para cada persona.
  • Más que confiabilidad, tenía compasión.
  • Más que palabras, tenía sabiduría.
Con esa sabiduría dejó la ilustración del hombre sabio y del hombre tonto. El sabio no sólo escucha las palabras de Cristo, sino que las pone en práctica. El tonto cayó en ruina porque tan sólo escuchó las palabras, pero jamás las aplicó.

Puedes estar sorprendido por las enseñanzas de Jesús, pero puedes estar admirado y a la vez ser un tonto si no vives Sus palabras en tu vida. Te animo a que seas como el hombre sabio, y que tu vida se construya sobre una roca firme: la palabra de Dios, y también tu vida será digna de admirarse.

Antes de terminar tu tiempo devocional: medita en lo que el Señor te ha enseñado. Si tienes un cuaderno a la mano, anota en él lo que aprendiste el día de hoy y luego compártelo con alguien más. Esto te ayudará a recordar más fácilmente lo aprendido.

Finalmente termina tu oración orando

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