Porque a la gente mala no le pasa nada?

Asaf, músico y adorador de Dios, en alguna ocasión escribió lo siguiente:

"En verdad Dios es bueno con Israel, con los de corazón puro.
 Pero en cuanto a mí, casi perdí el equilibrio..." (Te invito a leer todo el Salmo 73)

Y es que Asaf, reflejó en ese canto lo que muchos llegamos a sentir: ¿Por qué a mi, que busco a Dios me pasan cosas malas? Mientras que a la gente mala no le pasa nada.

Cuantas veces llegamos a sentir cansancio, fastidio, dolor, frustración porque los que somos hijos de Dios, adoradores suyo, nos esforzamos por hacer lo correcto y por ello somos blanco de burla, de ataques, de pérdidas tanto materiales como emocionales y hasta de salud; y por más que le repetimos a las personas, y a nosotros mismos, que "tenemos un Dios que nunca nos abandona", la verdad es que muchas veces llegamos a pensar o sentir que sí nos abandona, porque los malos simplemente siguen prosperando, no tienen esas luchas que nosotros si tenemos, no pasan por los sufrimientos que nosotros pasamos, ni por los desiertos o valles de sombra de muerte, ni por temporadas de vacas flacas, etc. 

Asaf lo expresó y cuestionó a Dios al respecto en este canto. El resultado: "Dios, cómo siempre lo hace con sus adoradores, le da la respuesta a su corazón, llenándole de esa paz que sobrepasa todo entendimiento". El Señor le permite ver a Asaf, que aunque los malos en esta vida obtienen lo que desean, llegará el momento en que la vida les cobrará factura por todo aquello malo que han hecho, pero lo más importante es que obtendrán solo aquello que tanto anhelaron y buscaron: "algo para y en esta vida", es decir, algo pasajero, vano, que se acabará o que incluso dejarán cuando mueran y otros más lo aprovecharán. 

Mientras que los hijos de Dios, en esta vida quizás no lleguemos a disfrutar de todo cuanto anhelamos, porque habrán cosas que no veremos, pero si las obtendremos y las disfrutaremos no solo un periodo de tiempo, sino por toda la eternidad. Cosas tales como: riquezas (vivirás en una mansión en una ciudad con calles de oro), salud (allá no habrá más muerte), bienestar emocional (allá no habrá más llanto por tristeza ni dolor), relaciones saludables (allá todos viviremos como hermanos en perfecta armonía y amor), amor, paz, etc. Y todo esto será en GLORIA, en abundancia.

En resumen: Asaf confía en que, si bien los malvados ahora parecen prosperar, ellos eventualmente perecerán; pero que él, aunque ahora sufre muchas pruebas (cada una de ellas necesaria para prepararlo y ser moldeado vivir la eternidad con el Padre teniendo la imagen de Cristo), será recibido en gloria después de esta vida.  

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