El Escoge Para Nosotros

Muchas veces en la vida, nos aferramos a
algo creyendo que esto será, sin duda alguna, lo mejor para nosotros. Un
empleo, una profesión, una pareja, un ministerio, una escuela, un lugar para
vivir, etc. Y no sólo eso, oramos a Dios porque se nos conceda, nos ponemos
hasta bíblicos: Dios concederá los deseos de mi corazón. Pero por más que oras
y ayunas, y no faltas a reuniones de adoración, ni a congresos ni conciertos,
¡nada! Y seguramente te has enojado con el Señor, pero ¿será en realidad que
eso lo que te conviene?
Lo que he descubierto en todo el tiempo que
he decidido seguir al Señor, es que Él me conoce mucho mejor de lo que me
conozco a mí mismo. Y muchas veces me he quedado con un ‘deseo’ al aire,
creyendo que era una ‘necesidad’. Para luego descubrir que Dios sí suplió mi verdadera
necesidad, aunque no fue como yo lo esperaba o como yo ‘deseaba’. Resultó que la
Tierra Prometida que Él me escogió era mucho mejor de la que yo deseaba.
Permite que sea Dios quien te escoja tu
tierra prometida, y créeme que disfrutarás de cosas maravillosas.
Comentarios