Sé Valiente

Decir que alguien es valiente, es considerar que ese alguien es capaz de enfrentar cosas que en los demás provocaría miedo. Y bueno, la instrucción de Dios a Josué era: ¡Sé fuerte y valiente! ¿Por qué?

Hay muchos porqués, pero sólo mencionaré dos, ya que considero que tanto tú como yo nos identificaremos estas:

1. Josué había sido, por décadas, el ayudante, el chalán, el achichincle, y demás títulos que se le puedan dar al auxiliar del líder; y en el caso suyo no cualquier líder, sino uno grandioso. Y ahora ya no estaría, le estaba entregando la estafeta a él, ¡qué reto! Estaba a la sombra de un grande. ¿Daría el ancho? ¿No lo compararían constantemente para avergonzarlo? Ya sabes, ¡fulanito lo hubiera hecho así! Definitivamente necesitaba ser valiente para atreverse a hacer las cosas sin miedo a las comparaciones.

2. Josué iba a guiar al pueblo de Israel a conquistar la Tierra Prometida. Iba a dirigir a un ejército que jamás había estado en una guerra, y que no tenía armas adecuadas para la batalla. Por tanto, era seguro que las estrategias que Dios le daría serían ‘raras’ o ‘locas’ (como el de dar vueltas alrededor de la ciudad y en la última vuelta gritar). Definitivamente necesitaba ser valiente para atreverse a hacer las cosas siguiendo las instrucciones de Dios, aunque le llamaran loco.

Si te has decidido a seguir a Cristo, si estás decidido a vivir de acuerdo a la voluntad de Dios, definitivamente necesitas ser valiente. Ya que esto te exigirá hacer muchas cosas que son, desde la perspectiva humana, tontas, ridículas, locas, aburridas, etc. Necesitas ser valiente para ‘hacer el ridículo’ un tiempo a fin de ver los resultados que Dios tiene planeado, y al final tú te levantarás como vencedor, mientras que el enemigo será el ridiculizado.

Así que, esfuérzate y sé valiente. No tengas miedo a lo que está enfrente o al qué dirán los demás; no te desanimes cuando las cosas no estén saliendo como tú esperas, porque si estás cumpliendo con la voluntad de Dios créeme que si están saliendo conforme a lo planeado por el Señor y el éxito está asegurado; continúa firme porque el Señor está contigo a donde quiera que vayas.