YHWH Tsebaoth
El Señor De Los Ejércitos
Descubre el significado de este nombre de Dios
Yahweh Tsebaoth es un título que enfatiza el dominio de Dios sobre todo poder en lo material y en lo espiritual. Es un título de gran poder. Y aparece más de 240 veces en la Biblia, y nos recuerda que toda la creación, aún ahora que está caída, está bajo el reinado de Dios. Y es que cada vez que leemos Yahweh Tsebaoth nos habla de un Dios dirigiendo un gran ejército: querubines, serafines; sol y luna; cielo y estrellas; ríos y montañas; lluvia y nieve; hombres y mujeres; animales, salvajes y no; todo está a la orden del Señor.
Conocer que nuestro Dios está al mando de todo es muy importante para tener el valor de enfrentar las situaciones adversas de la vida. Me recuerda a un chico, pastor de ovejas, llamado David que en cierta ocasión se enfrentó a un guerrero gigante llamado Goliath. David no tuvo temor en enfrentarlo porque Él sabía que el Señor de los Ejércitos estaba de su lado, por eso le gritó al gigante: "Tú vienes a mí con espada, lanza y jabalina, pero yo vengo a ti en el nombre del SEÑOR de los ejércitos, el Dios de los escuadrones de Israel, a quien tú has desafiado. "El SEÑOR te entregará hoy en mis manos, y yo te derribaré y te cortaré la cabeza. Y daré hoy los cadáveres del ejército de los Filisteos a las aves del cielo y a las fieras de la tierra, para que toda la tierra sepa que hay Dios en Israel,” (1 Samuel 17:45-46)
¿A qué le temes? ¿Cómo vas a sacar adelante a tus hijos? ¿Tu matrimonio se está viniendo abajo? ¿A la soledad, la enfermedad, problemas financieros, fracaso, accidentes, a ser viejo, a la muerte, al rechazo, a los exámenes? Quizás tengas miedo al pensar que nunca encuentres al amor de tu vida. Quizás temas a que Dios no te ame, o que no pueda perdonarte, o que simplemente considere que tú no puedes ser parte de su familia. Y es que ser un humano significa ser vulnerable, estar lleno de limitaciones, debilidades y defectos. Lo que es peor, Satanás hace su parque de diversiones en esas debilidades, y nos acusa día y noche.
Te digo algo: ¡Basta! No permitas que siga acusándote. ¡Basta de escuchar sus mentiras! Lo que necesitas es aceptar la evidencia tan clara de que Dios te ama, Él nunca te ha dejado, si miras bien, en esos momentos que pensaste que estabas sólo, Él siempre estuvo de tu lado, tal como en este momento que estás leyendo estas palabras en las que Él te dice: “Estoy contigo, no hagas caso al enemigo”. La batalla es del Señor, no temas. Él ya la ganó.
Oh SEÑOR de los ejércitos, ¡Cuán bienaventurado es el hombre que en Ti confía! (Salmo 84:12)
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