¿Nunca has estado en un festival del día de las madres o los padres?
Descubre en que se parece uno de los coros de niños con el coro de hijos de Dios
Vengan, cantemos con gozo al SEÑOR, Aclamemos con júbilo a la roca de nuestra salvación. (Salmo 95:1)
Vez tras vez, cada que hay un cumpleaños, comenzamos con el cantar de felicitación: “Feliz, feliz cumpleaños deseamos para ti…” y el ritmo de la canción comienza a acelerar hasta que finalmente todo se vuelve un santo griterío lleno de júbilo y alegría por el cumpleañero. Unos gritan felicidades, otros hacen ruidos, otros aplauden, etc, etc.
Esto me recordó a los festivales del día de la madre y del padre, suben los niños a entonar un canto que comienza bien, hasta que llegan al final de la primer estrofa, verás a niños viendo para un lado, otros niños esforzándose por repetir la última palabra que escuchan, otros más centrados en la canción, otros más llorando buscando a papá o mamá, otros más haciendo travesuras, pero al final de cuentas es un griterío alegre y lleno de amor, porque los niños están haciendo algo para festejar a su ser querido que llegó a verlos. No sé porque al leer este salmo, se me vino a mente esa imagen, Dios sentado allí enfrente y esperando que nosotros, sus hijos, comencemos a cantar, otros a danzar, otros más a llorar, otros más a querer salir corriendo hacia donde Él está, etc. Pero todos a una voz con júbilo porque lo hacemos para nuestro amado Padre Celestial.
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